Poco después de las nueve de la mañana, el empresario Jesús Guibert Azcue (casado con Elena Ucín, cuatro hijos, 55 años, militante del PNV) es secuestrado en Azpeitia (Guipúzcoa). Tres individuos se lo llevaron del interior de la empresa siderúrgica Marcial Ucín S.A., de la que era gerente y a la que había llegado poco antes. Probablemente el secuestro ocurrió en el garaje. Los cuatro abandonaron el lugar en el coche de la empresa que usaba habitualmente el gerente.
Al día siguiente, los Comandos Autónomos Anticapitalistas asumían la autoría del secuestro a través de una llamada realizada al diario Egin. El anónimo comunicante aportó como prueba de la veracidad de sus palabras la información del lugar exacto donde se encontraba aparcado el automóvil utilizado para llevarse al rehén, al lado del aparcamiento de Anoeta.
Ese mismo día, el Ministerio del Interior ofrecía una recompensa de veinte millones de pesetas a quien facilitase informaciones o indicios que permitieran localizar al industrial.
Los secuestradores difundieron dos comunicados, en los que aseguraban que habían elegido a "uno de los miembros más significativos de la oligarquía vasca" para "quitarle parte de su fortuna y reinvertirla en Euskadi".
Durante la tarde del 30 de marzo de 1983, unas 3.000 personas se manifestaron en San Sebastián, expresando su repulsa por los últimos atentados terroristas y exigiendo la inmediata puesta en libertad de Jesús Guibert.
Hacia la una de la madrugada del 7 de abril de 1983, los Comandos Autónomos Anticapitalistas liberaban a Jesús Guibert en el alto de Meagas, muy cerca de la localidad guipuzcoana de Zarauz; vestía las mismas ropas que cuando fue secuestrado y presentaba buen aspecto, aunque le dejaron maniatado y encapuchado y con una linterna. Tras caminar casi una hora por el monte, hizo señas a un vehículo en el que iban varios jóvenes que lo trasladaron directamente a su domicilio. El secuestrado comentó que había estado retenido en una cueva natural, tumbado dentro de un saco de dormir y comiendo alimentos enlatados. Sólo por la noche le permitían sus captores salir unos minutos del húmedo agujero para estirar las piernas y hacer sus necesidades, siempre encapuchado. Los secuestradores, que apenas mantuvieron trato con su víctima, no le permitieron asearse pero sí leer los periódicos.
Los miembros de los Comandos Autónomos José Antonio Arruti Agirre y Antonio Agirre Aristondo, fueron condenados por este hecho, ya que custodiaron al secuestrado, que pasó a oscuras en una angosta cueva del monte Araunza, en las proximidades de la localidad guipuzcoana de Regil.
Los miembros de los Comandos Autónomos José Antonio Arruti Agirre y Antonio Agirre Aristondo, fueron condenados por este hecho, ya que custodiaron al secuestrado, que pasó a oscuras en una angosta cueva del monte Araunza, en las proximidades de la localidad guipuzcoana de Regil.
Se cree se pagó un rescate monetario cercano a los 200 millones de pesetas. Precisamente, el reparto del dinero del rescate suscitó graves problemas en el seno de los Comandos Autónomos, que se dividieron en dos facciones: una encabezada por José Luis Salegi Elorza -fallecido de muerte natural en México en 1987- y la otra por José Antonio Zurutuza Sarasola. Los seguidores de este último fueron expulsados de la organización y constituyeron un grupo denominado 'Gatazka', cuya única actuación fue un atentado con bomba contra una patrullera de la armada fondeada en Fuenterrabía, en el que perdió la vida un marinero.
Veinticinco años después del secuestro, Guibert Azkue fue detenido el 2 de julio de 2008 en un balneario de Azpeitia por orden del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón en relación al pago del denominado impuesto revolucionario, si bien quedó en libertad por la tarde tras prestar declaración ante la Guardia Civil.
Agentes de la Guardia Civil procedieron a registrar el domicilio del empresario, ubicado en San Sebastián, y una vez finalizados los registros fue puesto en libertad.
Veinticinco años después del secuestro, Guibert Azkue fue detenido el 2 de julio de 2008 en un balneario de Azpeitia por orden del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón en relación al pago del denominado impuesto revolucionario, si bien quedó en libertad por la tarde tras prestar declaración ante la Guardia Civil.
Agentes de la Guardia Civil procedieron a registrar el domicilio del empresario, ubicado en San Sebastián, y una vez finalizados los registros fue puesto en libertad.
Guibert falleció el 7 de octubre de 2014.
Duración: 17 días
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