El empresario José Garavilla Legarra (44 años, director de 'Conservas Garavilla', casado, cinco hijos) es secuestrado por miembros de ETA en Bermeo (Vizcaya) cuando salía en automóvil hacia su domicilio sobre las ocho de la noche. Tres individuos subieron al coche y abandonaron rápidamente la zona; el coche apareció al día siguiente.
El vigilante de la empresa vio los hechos pero los secuestradores le conminaron a guardar silencio durante una hora. En la madrugada del día siguiente, la Guardia Civil encontró el automóvil del industrial abandonado en la carretera de Pedernales.
ETA Militar reivindicó el día 24 de octubre, por los conductos habituales, el asesinato de Felipe Extramiana y el secuestro de José Garavilla. En la nota decía que se había negado a pagar el "impuesto revolucionario" y que, por tanto, había sido "arrestado". En el comunicado se advertía a otros empresarios que podrían seguir la misma suerte, de actuar como el secuestrado.
Durante el mediodía del sábado 25 de octubre, alrededor de 3.000 personas se manifestaron en Bermeo para pedir la liberación del industrial. La manifestación fue convocada por la cofradía de pescadores de altura, el comité de empresa de Conservas Garavilla y los partidos PNV y PCE de Euskadi, y apoyada por los sindicatos ELA-STV y CC OO. Los manifestantes gritaron una sola consigna: «José askatu» (Libertad para José).
El vigilante de la empresa vio los hechos pero los secuestradores le conminaron a guardar silencio durante una hora. En la madrugada del día siguiente, la Guardia Civil encontró el automóvil del industrial abandonado en la carretera de Pedernales.
ETA Militar reivindicó el día 24 de octubre, por los conductos habituales, el asesinato de Felipe Extramiana y el secuestro de José Garavilla. En la nota decía que se había negado a pagar el "impuesto revolucionario" y que, por tanto, había sido "arrestado". En el comunicado se advertía a otros empresarios que podrían seguir la misma suerte, de actuar como el secuestrado.
Durante el mediodía del sábado 25 de octubre, alrededor de 3.000 personas se manifestaron en Bermeo para pedir la liberación del industrial. La manifestación fue convocada por la cofradía de pescadores de altura, el comité de empresa de Conservas Garavilla y los partidos PNV y PCE de Euskadi, y apoyada por los sindicatos ELA-STV y CC OO. Los manifestantes gritaron una sola consigna: «José askatu» (Libertad para José).
Fue liberado en la madrugada del 26 de octubre cerca de Abadiano, se cree que tras ser pagado un rescate. Según algunas fuentes se pidieron 200 millones de pesetas de rescate, pero se especuló con que se pagaron sólo 30.
Garavilla afirmó que había estado secuestrado en un piso de un edificio, y que calculaba que la zona estaba
próxima a Durango, ya que el viaje en coche fue de una hora y cuarto, aproximadamente. Dijo igualmente que sus secuestradores le habían tratado bien, y que la máxima preocupación de aquéllos eran los temas laborales.
En noviembre de 1980, fueron detenidos por su posible implicación en el secuestro, Ángel Sarrionaindía, de veintitrés años de edad, profesor de Filología Vasca en la Universidad a Distancia de Vergara, habitual colaborador de las revistas Argia y Anaitasuna, y José Julián Baquedano Sarrionaindia, realizador y crítico cinematográfico, como propietario del piso de Durango donde estuvo oculto Garavilla durante su secuestro. Este último fue puesto en libertad, ya que parece ser desconocía el uso que fue dado a su piso, habiéndose limitado a facilitar las llaves del mismo a su primo.
En junio de 1982, fue juzgado José Angel Sarrionaindía Uribelarre, a quien el ministerio fiscal acusó de haber vigilado el 15 de octubre de 1980, en unión de otros tres procesados en situación de rebeldía, al industrial mencionado, con intención de secuestrarlo, y de haber informado al grupo sobre el lugar donde vivía y el vehículo que utilizaba. El procesado reconoció los hechos y fue condenado por delitos de detención ilegal, depósito de armas, por utilización ajena de vehículos, por un delito estragos y por pertenencia banda armada. El poeta y escritor acumuló tres sentencias, la primera dictada en abril de 1982 (nueves años y dos meses de cárcel), la de junio siguiente (17 años de cárcel) y luego en marzo de 1983 se le condenó a otros tres años de prisión. El tribunal aplicó la regla del Código Penal por la que se le imponía el triple de la condena más alta y quedó como condena refundida la de 18 años de cárcel.
En julio de 1985, Iñaki Picabea y Joseba Sarrionaindía, se fugaron de la prisión donostiarra de Martutene, ocultándose en alguno de los aparatos de megafonía utilizados en el recital de Imanol Larzabal ofrecido en el interior del centro penitenciario.
Garavilla afirmó que había estado secuestrado en un piso de un edificio, y que calculaba que la zona estaba
próxima a Durango, ya que el viaje en coche fue de una hora y cuarto, aproximadamente. Dijo igualmente que sus secuestradores le habían tratado bien, y que la máxima preocupación de aquéllos eran los temas laborales.
En noviembre de 1980, fueron detenidos por su posible implicación en el secuestro, Ángel Sarrionaindía, de veintitrés años de edad, profesor de Filología Vasca en la Universidad a Distancia de Vergara, habitual colaborador de las revistas Argia y Anaitasuna, y José Julián Baquedano Sarrionaindia, realizador y crítico cinematográfico, como propietario del piso de Durango donde estuvo oculto Garavilla durante su secuestro. Este último fue puesto en libertad, ya que parece ser desconocía el uso que fue dado a su piso, habiéndose limitado a facilitar las llaves del mismo a su primo.
En junio de 1982, fue juzgado José Angel Sarrionaindía Uribelarre, a quien el ministerio fiscal acusó de haber vigilado el 15 de octubre de 1980, en unión de otros tres procesados en situación de rebeldía, al industrial mencionado, con intención de secuestrarlo, y de haber informado al grupo sobre el lugar donde vivía y el vehículo que utilizaba. El procesado reconoció los hechos y fue condenado por delitos de detención ilegal, depósito de armas, por utilización ajena de vehículos, por un delito estragos y por pertenencia banda armada. El poeta y escritor acumuló tres sentencias, la primera dictada en abril de 1982 (nueves años y dos meses de cárcel), la de junio siguiente (17 años de cárcel) y luego en marzo de 1983 se le condenó a otros tres años de prisión. El tribunal aplicó la regla del Código Penal por la que se le imponía el triple de la condena más alta y quedó como condena refundida la de 18 años de cárcel.
En julio de 1985, Iñaki Picabea y Joseba Sarrionaindía, se fugaron de la prisión donostiarra de Martutene, ocultándose en alguno de los aparatos de megafonía utilizados en el recital de Imanol Larzabal ofrecido en el interior del centro penitenciario.
El 4 de noviembre de 1988, Garavilla resultó herido en las manos al abrir un paquete-bomba en su domicilio.
Autoría: ETA (m).
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