La española residente en Colombia Ángela María del Castillo Cadavid (hija de emigrante español, psicóloga, 23 años, trabajaba en un hospital) es secuestrada en Florida, cerca de Cali, en el departamento del Valle del Cáuca cuando salía de trabajar del hospital Benjamín Barney Gasca; le apuntaron con un arma y la obligaron a subir a un coche. Una llamada solicitó un rescate de 60 millones de pesetas.
Los autores fueron miembros del grupo rebelde Jaime Bateman Cayón, un grupo formado por antiguos miembros del M-19 que no aceptaron la disolución de este grupo y decidieron continuar con la actividad guerrillera.
Durante el secuestro estuvo en tres sitios diferentes custodiada por pocas personas y fue puesta en libertad el 7 de julio de madrugada, tras andar y montar en caballo durante seis horas hasta llegar a un lugar en las montañas de la Cordillera Central, donde fue entregada a una delegación integrada por miembros de la Embajada de España, Defensoría del Pueblo, Alto Comisionado para la Paz y de la gobernación del Valle del Cauca.
El grupo emitió un comunicado el día antes de su liberación criticando el apoyo de España al Plan Colombia y actitud de los países que apoyan este plan e ignoran a los grupos guerrileros minoritarios como el JBC. Al parecer no se pagó ningún rescate y el Movimiento JBC se conformó con esa nota.
Pocos días más tarde, la Policía colombiana capturó al presunto líder del grupo 'Jaime Bateman Cayón', Kleiner Stalin Benavides Rosero, sospechoso del secuestro de la española.
Autoría: JBC
Duración: 29 días